Es muy habitual pensar que las etiquetas son un “simple papel” donde lo más importante es el tipo de tinta o los acabados del diseño. Pero esto no es así, lo que realmente importa de una buena etiqueta es la combinación de todos los elementos, incluso el tipo de papel o soporte.
La gran mayoría de los soportes de las etiquetas son papel o plástico, pero también existen otras variedades de soporte, ya que no todas las etiquetas sirven en para las mismas condiciones. Hay que buscar la que mejor se adapte a nuestros clientes o consumidores.
Os mostramos 5 ejemplos de etiquetas que van más allá del papel:
1. Etiqueta invisible
Se trata de un polipropileno de máxima transparencia. Visiblemente parece que no exista etiqueta ya que la tipografía parece ser una serigrafía sobre el vidrio o plástico de una botella. Etiquetado muy utilizado para productos de cosmética.
2. Etiqueta de madera
Etiqueta de madera autoadhesiva muy llamativa y decorativa por sí misma. Muy utilizado en vinos y bebidas.
3. Etiqueta de corcho
Es una lámina de corcho natural contraencolada con papel. Una etiqueta que aporta un toque fresco y que da carácter al envase. Muy utilizada en las botellas de vino.
4. Etiqueta de seguridad
Una etiqueta ideal para productos que no se pueden o no se deben manipular, como por ejemplo tóxicos o médicos. Son etiquetas que se rompen al manipularlas y no se pueden volver a utilizar.
5. Etiqueta que no se quema
Son etiquetas ignífugas, ideal para productos para hornear. Apto par ser pegado al alimento.