En el Reino Unido el etiquetado de productos alimentarios debe incluir por obligación el etiquetado semáforo. Este sistema consiste en una circunferencia dividido en cinco categorías que indican su contenido en calorías, azúcar, sodio, grasas y grasas saturadas. El círculo estará coloreado en verde si se recomienda el consumo del alimento que lo lleve y el ámbar también pero con algunos reparos, el color rojo está destinado para aquellos productos que se pueden consumir “ocasionalmente o por placer”, según la Food Standards Agency.
La polémica se ha generado por el etiquetado que se le ha impuesto al aceite de oliva por parte de la Agencia de Seguridad Alimentaría de Reino Unido. La agencia ha incluido una recomendación negativa en el aceite de oliva del cual España es el principal productor mundial.
Este etiquetado ha dado de qué hablar dentro del sector alimentación, ya que numerosos estudios científicos realizados sobre el aceite de oliva, han puesto de manifiesto las múltiples propiedades saludables de este “oro líquido”.